Cuando llega el verano y aprieta el calor, los propietarios de áticos que tienen niños tienen la tentación de instalar una inocente piscina hinchable para que se puedan bañar.
El propietario no piensa si realmente puede instalar o no la piscina, sino que como cree que la terraza es suya, pues no hay problema en hacerlo. “Total. Si ya tengo plantas y seguramente una mesa de jardín y sillas, qué más da poner una piscina para los niños.” Pues la verdad es que si da, y mucho.
El principal problema de los propietarios de áticos es que muchas veces, en las terrazas, realizan instalaciones indebidas como puede ser, aparte de la piscina, poner jardineras fijas de excesivo peso, entre otros elementos tal y como ya detallamos en un artículo del 2 de marzo.
Por eso, es muy importante saber que la terraza de un ático es un elemento común de uso privativo del propietario de la vivienda.
El problema en sí de poner una piscina hinchable no es que precise permiso de la comunidad de propietarios (no lo necesita por ser una piscina desmontable), si no el peso. Hay que destacar que nos estamos refiriendo a piscinas de un cierto tamaño, no la típica balsa hinchable para bebés.
La piscina hinchable como tal no pesa mucho. Lo que pesa y mucho es el agua que lleva en su interior.
Veamos un ejemplo:
Imaginemos que compramos la piscina redonda hinchable marca Intex de dimensiones 244×61 cm. con capacidad para casi 2.000 litros de agua (1litro de agua = 1 Kg.) Esto nos da una superficie de 4,68 m2 de piscina, por lo que el suelo de la terraza tiene que soportar un peso de 427,35 Kg/m2.
Pero resulta que la sobrecarga que, según el Código Técnico de la Edificación puede soportar el forjado de una terraza, es de 200 Kg/m2. Vaya, nos hemos pasado más del doble permitido, y si a ello además le añadimos el peso de los bañistas, el inicio de la aparición de grietas, y el posterior colapso del suelo, no tardará en producirse.
Como vemos, ahí está el verdadero problema de poner una piscina hinchable en una terraza.
Resulta que el propietario del ático ha instalado una piscina hinchable, para la que no necesita permiso, y que está suponiendo una sobrecarga enorme para la estructura de un elemento común. Y en este caso, sí que puede intervenir la comunidad de propietarios porque, si se causa un daño a la estructura de la terraza, será responsabilidad del propietario del ático.
En muchas ocasiones, no pensamos las consecuencias que se pueden derivar de nuestros actos ya que creemos que una simple piscina para los niños es algo normal que hace todo el mundo.
Por ello, cuando se pretenden realizar según qué instalaciones, bien sea en el interior de la vivienda o en el balcón o terraza, sería muy importante que el propietario hablara primero con el administrador de fincas de su comunidad de propietarios con el fin de saber si ello puede suponer algún problema técnico y/o legal.
En la administración Finques Chicote somos administradores de fincas desde el año 1968 en Barcelona y su área metropolitana, administrando alrededor de 400 comunidades de propietarios. Normalmente los clientes suelen consultarnos antes de realizar alguna instalación que pueda suponer un problema comunitario, no obstante también existe un cierto porcentaje de propietarios que no nos consultan, tomando decisiones unilaterales de riesgo, y después surgen los conflictos y problemas con la comunidad.
Aunque siempre intentamos desarrollar una labor pedagógica, especialmente en las reuniones de vecinos, sobre lo que se puede y lo que no se puede hacer, no siempre todas las personas están dispuestas a escuchar.
Si su comunidad está buscando un administrador de fincas con experiencia y solvencia, capaz de informar a los miembros de la comunidad de propietarios de lo que según normativa se puede o no puede hacer en el edificio, le animamos a que nos solicite presupuesto de administración.