Llega el verano y el calor y las comunidades de propietarios que tienen piscina ponen en marcha el uso de ésta.
A priori, que en un edificio haya una piscina es una bendición cuando aprietan los calores veraniegos, ya que uno puede refrescarse al volver del trabajo o durante el fin de semana. Pero al tratarse de una piscina compartida entre los vecinos del inmueble también puede ser una fuente de problemas y discusiones.
Cuando se constituye una comunidad de propietarios que tiene piscina comunitaria es el momento de crear las normas de uso de esta, salvo que ya figuren en el título constitutivo o los estatutos de la comunidad, más factible en este último caso. Si no es así, deben acordarse en reunión y serán de obligatorio cumplimiento para todos los propietarios, inquilinos y usuarios.
Aparte, también se deben aplicar las normas de seguridad que cada comunidad autónoma haya establecido para el uso de piscinas, ya sean públicas o privadas.
Las normas de utilización de la piscina deberán estar visibles dentro del recinto para conocimiento de todos los usuarios, siendo las más habituales:
- Obligación de ducharse antes del baño en la piscina.
- Prohibición de fumar en el recinto.
- Prohibición de beber y comer en el recinto.
- Prohibición de entrada de animales.
- Horario de uso.
- Limitación de aforo en función del tamaño de la piscina y el recinto que la aloja.
Principales inconvenientes en el uso de la piscina
Como decíamos anteriormente, la existencia de una piscina comunitaria puede ser causa de problemas y discusiones entre los vecinos. Veamos algunos de los problemas habituales:
- Niño/a que se mete en la piscina con un flotador o colchoneta inflable de grandes dimensiones: Este problema se repite con mucha frecuencia ya que últimamente existe la moda de la tenencia de flotadores y/o colchonetas inflables muy grandes con formas de animales u objetos. Al meterse el niño/a en la piscina con un flotador de este tipo, causa molestias al resto de usuarios. Conviene prohibir su uso dentro de las normas de la piscina.
- Exceso de familiares/amigos: Otro de los problemas clásicos es cuando un vecino acude a la piscina con una gran cantidad de familiares o amigos. Si la piscina comunitaria no es de grandes dimensiones, algo habitual, resulta que el vecino en cuestión ha copado totalmente la piscina con sus invitados y puede crear un conflicto con el resto de los usuarios. También conviene fijar un límite de personas por departamento en las normas de la piscina.
- Uso de la piscina fuera de los horarios fijados: Aunque todas las piscinas tienen unos horarios de uso, es muy factible que haya usuarios que se los salten, especialmente por la noche. El típico caso de una vivienda que organiza una fiesta de amigos hasta altas horas de la madrugada, regada con abundante alcohol y que mejor colofón al fin de fiesta que darse un chapuzón en la piscina de madrugada con gritos y saltos tipo bomba. Este caso debería tratarse igual que la realización de actividades contrarias a la convivencia normal en la comunidad de propietarios.
- Usos inadecuados de la piscina: Aquí podría entrar una amalgama de cuestiones muy diversas, desde aparecer cualquier objeto flotando en la piscina totalmente improcedente, hasta realizar en el interior de la piscina actos diferentes del baño. Otro caso para encuadrar dentro de la realización de actividades contrarias a la convivencia normal en la comunidad.
- Incumplimiento de las normas de la piscina: Otro de los problemas habituales es el incumplimiento sistemático de algunos vecinos o de sus acompañantes de las normas de uso más habituales como fumar, comer o beber en el recinto de la piscina o no ducharse antes del baño. Estos actos contrarios a las normas pueden generar fuertes tensiones y discusiones vecinales.
Dentro de las modificaciones de la actual ley de Propiedad Horizontal estatal, se prevé limitar el uso de la piscina comunitaria y otros servicios e instalaciones a los propietarios morosos. Se trataría sin duda de una buena medida, aunque de complicada aplicación, por lo que aquí se nos presenta otro posible problema en el uso de las piscinas comunitarias.
Como vemos, los conflictos que se pueden generar en el uso de piscinas comunitarias, son debido al uso compartido de forma simultánea de un elemento común por los vecinos de una comunidad de propietarios, ya que todas las personas no cumplen con las normas establecidas.
A pesar de que siempre se instauran unas normas de utilización, es muy factible que ya sean propietarios o arrendatarios u otros usuarios, se las salten y ello provoca conflictos y discusiones, especialmente cuando se realiza la reunión anual que en estas comunidades de propietarios se suelen efectuar en pleno periodo veraniego.
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