La convivencia vecinal en las comunidades de propietarios
La convivencia vecinal en las comunidades de propietarios es uno de los temas más complejos y controvertidos que existen dentro del universo de la propiedad horizontal.
Hay muchos aspectos dentro del difícil mundo de la convivencia y que afectan a los edificios y parkings,
Veámoslos.
Convivencia en los edificios
Algunas comunidades de propietarios establecen reglas de régimen interior, contempladas dentro de la ley, para determinar unos parámetros que regulen la convivencia que son evidentes para la gran mayoría de personas, pero que si se crean es porque hay vecinos que incumplen las normas de convivencia.
Cualquiera que viva en una comunidad de propietarios sabe cuales son los problemas habituales de convivencia que causan fricciones y problemas entre vecinos.
Ruidos elevados
El principal problema de convivencia en los edificios son los ruidos elevados tanto por el día como por la noche, siendo en este último caso mucho más grave.
Dentro de los ruidos, podríamos tener la música elevada, televisiones con el volumen alto, muebles que se arrastran, uso de tacones para moverse por la vivienda, tono de voces muy elevado, lavadoras muy ruidosas, etc.
Existe la creencia errónea que se puede hacer ruido elevado durante el día, pero no por la noche. Esto no es así.
Es evidente que el ruido por el día es menos evidente que por la noche ya que se solapa con otros ruidos ambientales como puede ser el tráfico. En cambio, por la noche se amplifican por el silencio reinante.
No obstante, hay que destacar que no esta permitido el ruido elevado ni de día ni de noche, por lo que es importante tener en cuenta este aspecto.
Las ordenanzas municipales de las ciudades y poblaciones regulan el tema de los ruidos, por lo que en el caso que haya vecinos que los produzcan, siempre podremos recurrir a la policía local para denunciar estos actos incívicos.
Mal uso de zonas comunes
A continuación, tendríamos el mal uso de las zonas comunes, especialmente las que sufren el mayor tránsito de los vecinos como la escalera, el ascensor y el vestíbulo.
Aquí el problema con el que nos encontramos es que hay vecinos que ensucian estas zonas de múltiples formas: arrojando cualquier cosa, manchando las paredes, deposiciones de animales domésticos, etc.
También es habitual que, si un vecino detecta estas actitudes y recrimina al infractor, este último adopte una actitud beligerante sin tener razón alguna.
Seguridad de los accesos
La seguridad de los accesos al edificio es otro de los puntos de fricción existentes dentro de las comunidades de propietarios.
Cada vez con mayor frecuencia, las comunidades de propietarios instalan videoporteros, puertas más seguras, cámaras de videovigilancia, etc. con el fin de dotar al edificio de una mayor seguridad.
También es muy cierto que muchos vecinos no hacen un uso correcto o adecuado de estos elementos por lo que la pretendida seguridad que se quiere conseguir con su instalación se ve reducida de forma evidente.
Convivencia en los parkings
Dentro de los parkings, consideramos que tendríamos dos problemas de convivencia fundamentales: coches que superan las dimensiones de la plaza y el mal uso de la puerta de vehículos.
Vehículos que superan los límites de la plaza
En todos los parkings existen vehículos que superan los límites de las plazas donde están ubicados.
Estamos ante un axioma repetitivo dentro de los parkings. Los usuarios se compran vehículos que no caben en sus plazas. Y en casi (todos) los casos, es un tema que les da igual y no tienen en cuenta si este hecho puede molestar a otros usuarios.
Es evidente que se trata de un problema de difícil resolución por los problemas de gestión y costes que puede representar, pero sería muy importante que las comunidades parking adoptaran acciones punitivas contra los usuarios incívicos.
Mal uso de la puerta de vehículos
A continuación, tendríamos el problema del mal uso de la puerta de vehículos.
Dentro de este mal uso tenemos el acceso peatonal por dicha puerta y no esperar a que la puerta se cierre al entrar o al salir con el vehículo.
El primero provoca un uso incorrecto de la puerta de vehículos que causa, a su vez, un desgaste mayor de los mecanismos de apertura y mayor gasto de consumo eléctrico, que durante un largo periodo de tiempo supone un incremento de los gastos del garaje.
El segundo mal uso (no esperar al cierre de la puerta), plantea un problema de inseguridad, ya que con estos actos cualquier persona ajena al parking puede introducirse en el mismo con las consecuencias negativas que esta situación puede provocar.
Seguramente, existen muchos otros problemas de convivencia vecinal dentro de las comunidades de propietarios.
No obstante, consideramos que los aquí planteados estarían dentro de los más habituales y con los que la mayoría se puede identificar.
No es fácil conseguir que haya una buena convivencia dentro de las comunidades de propietarios ya sean edificios o parkings.
Finalmente, hay que destacar que existen mecanismos de acción ya sea a través del administrador de fincas como por vía municipal a fin de poder paliar las actitudes incívicas, aunque como comentábamos, no siempre existe una fácil resolución de los problemas.
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