Ante la escasez de terrenos disponibles en las ciudades, una posible solución para el futuro de la vivienda podría ser el auge de las llamadas ‘casas parásito’. Se trata de estructuras habitacionales que se incorporan a edificaciones ya existentes, sin necesidad de ocupar un solar propio. En Finques Chicote te explicamos cómo son estas viviendas.
En la actualidad, algunas de estas viviendas pueden encontrarse en distintas ciudades del mundo, aunque su implementación sigue siendo limitada. Con la tendencia creciente de urbanización, que según organismos internacionales alcanzará al 70% de la población mundial en 2050, estas construcciones pueden ser una respuesta innovadora a la falta de espacio en los entornos urbanos.
Las ‘casas parásito’ pueden adoptar diversas formas, como estructuras suspendidas en fachadas, pequeñas edificaciones situadas en azoteas o viviendas insertadas en espacios reducidos entre edificios. Su construcción se basa en la colocación de una base de montaje sobre la estructura de soporte, a la que luego se integran paneles prefabricados hasta formar la vivienda completa. Finalmente, se añade una fachada estructural que proporciona estabilidad al conjunto. Al estar ubicadas a cierta altura, generalmente requieren escaleras retráctiles para su acceso.
Estas viviendas pueden tener dimensiones reducidas pero funcionales. Existen ejemplos que demuestran su viabilidad, como aquellas instaladas en pasajes estrechos o adaptadas a espacios urbanos desaprovechados. En algunos casos, cuentan con conexiones a infraestructuras cercanas para servicios básicos, mientras que en otros operan con sistemas autónomos.
Más allá de su impacto en el aprovechamiento del espacio, este tipo de construcciones también han sido propuestas como alternativas para abordar problemas sociales. Algunos proyectos plantean su uso como solución habitacional para personas sin hogar, mediante la incorporación de módulos en medianeras de edificios. También existen iniciativas enfocadas en la eficiencia energética, con diseños que optimizan la luz natural y reducen el consumo de recursos.
Si bien las ‘casas parásito’ presentan desafíos en términos de habitabilidad y regulaciones urbanísticas, su desarrollo continúa explorándose como una opción viable para ciudades en crecimiento. Con un diseño adecuado y apoyo normativo, podrían consolidarse como una alternativa accesible y sostenible en el futuro de las urbes. Además, las ‘casas parásito’ no sólo pueden tener cabida en edificios de viviendas, sino que también es posible construirlas en almacenes, naves industriales, trasteros y oficinas.