La multipropiedad, también conocida como tiempo compartido, es un modelo de propiedad en el que múltiples personas comparten la propiedad y el uso de un bien, generalmente una unidad de alojamiento en un complejo turístico, durante un período de tiempo determinado cada año. En España, este concepto ha sido común en la industria turística y de tiempo libre, y está regulado por la Ley de Multipropiedad (Ley 42/1998). En Finques Chicote te explicamos el funcionamiento de la multipropiedad, que implica los siguientes elementos clave:
- Propiedad compartida: varios propietarios tienen el derecho de uso y disfrute de una propiedad durante ciertas semanas o períodos cada año. Cada propietario es dueño de una fracción de tiempo en la propiedad, lo que les permite utilizarla durante un período específico.
- Ubicaciones turísticas: la multipropiedad suele estar asociada con complejos turísticos, hoteles o resorts en destinos turísticos muy demandados. Los propietarios pueden elegir entre una variedad de destinos y fechas de acuerdo con su fracción de tiempo.
- Uso rotativo: los propietarios tienen un calendario rotativo predefinido que determina cuándo pueden usar la propiedad. Por ejemplo, si hay 52 propietarios compartiendo una propiedad, cada uno podría tener derecho a una semana específica al año.
- Costes compartidos: además de los costes iniciales de compra, los propietarios deben contribuir a los gastos de mantenimiento, gestión y servicios del complejo turístico. Estos costes se dividen entre los propietarios de acuerdo con su fracción de tiempo.
- Flexibilidad limitada: aunque los propietarios pueden intercambiar su tiempo en el complejo turístico por tiempo en otros destinos (a través de empresas de intercambio), esta flexibilidad está sujeta a disponibilidad y puede implicar tarifas adicionales.
- Ventajas y desventajas: la multipropiedad ofrece a los propietarios la posibilidad de disfrutar de vacaciones regulares en destinos populares sin la responsabilidad total de la propiedad a tiempo completo. Sin embargo, también puede haber desafíos, como la limitada flexibilidad en la elección de fechas y la posible dificultad para vender o ceder la propiedad compartida.
- Regulación legal: la Ley de Multipropiedad en España establece requisitos específicos para los contratos de multipropiedad, incluyendo la obligación de proporcionar información detallada sobre el contrato, el derecho de desistimiento y la posibilidad de rescindir el contrato en ciertas circunstancias.
Aunque a bote pronto la multipropiedad puede parecer que ofrece ventajas en términos de acceso a destinos turísticos muy demandados, también presenta desafíos y debe ser considerada cuidadosamente antes de la compra, asegurándose uno de entender completamente los términos y condiciones del contrato.
La multipropiedad dio sus primeros pasos en España allá por la década de los 80 y los 90 del siglo XX, pero es entrada la década de los 2000 cuando alcanzó sus máximas cotas. Los años en los cuales se produjeron mayores ventas, al ponerse de moda, fueron entre 2002 y 2008. Los bancos empezaron a financiar este tipo de compras tras la regulación del sector en 1998, no obstante con la gran crisis económica de finales de 2008 llegó el parón y el declive del mercado.
En nuestra opinión, la multipropiedad, hoy por hoy es un sistema vacacional obsoleto, en desuso y que arrastra un descrédito por culpa de los desmanes producidos en el pasado por las promotoras que en su momento la promovieron, aparte que en pleno siglo XXI existen otras fórmulas vacacionales más interesantes y más acorde con la demanda real del mercado actual.