El alquiler de renta antigua es un concepto que se refiere a contratos de arrendamiento de viviendas o locales comerciales celebrados antes de la entrada en vigor del Real Decreto-Ley 2/1985, de 30 de abril. Estos contratos se rigen por normativas específicas que ofrecen ciertas ventajas y restricciones tanto para los arrendadores como para los inquilinos. En Finques Chicote te explicamos las principales características de los alquileres de renta antigua.
Los alquileres de renta antigua son aquellos que se celebraron antes del 9 de mayo de 1985, fecha en la que entró en vigor el llamado popularmente Decreto Boyer (Real Decreto-Ley 2/1985, de 30 de abril,), que estableció reglas más modernas y flexibles para los contratos de arrendamiento.
Estos contratos generalmente poseen de una duración indefinida, lo que significa que no tienen una fecha de vencimiento establecida por defecto. El inquilino puede mantener el alquiler de forma permanente, siempre que cumpla con las condiciones acordadas.
Una de las características más destacadas de los alquileres de renta antigua es que la renta suele ser significativamente más baja en comparación con los alquileres actuales en la misma área o localidad, lo que resulta beneficioso para los arrendatarios, ya que disfrutan de un alquiler más asequible.
El Decreto Boyer limitó la actualización de la renta en los alquileres de renta antigua. La renta sólo puede ser revisada en ciertos casos específicos y bajo condiciones particulares. Por lo tanto, los aumentos de alquiler son menos frecuentes y no siguen las tasas de mercado.
Además, los inquilinos de renta antigua tienen un derecho a la permanencia en la vivienda o local arrendado, siempre y cuando cumplan con sus obligaciones contractuales y legales y los arrendadores solo pueden desalojar a los inquilinos por motivos específicos establecidos por la ley.
En algunos casos, los derechos de alquiler de renta antigua pueden transmitirse a los herederos del arrendatario fallecido, siempre que cumplan con ciertos requisitos legales.
Es importante tener en cuenta las leyes y regulaciones actuales, por lo que es esencial consultar con un abogado o asesor legal especializado en arrendamientos de renta antigua para comprender completamente los derechos y responsabilidades de ambas partes en un contrato de este tipo. Además, es recomendable revisar el contrato de arrendamiento específico para conocer las condiciones particulares que se aplican en cada caso.