La aluminosis en edificios es una de las patologías estructurales más graves que puede sufrir un inmueble. Aunque hoy en día ya no se utiliza cemento aluminoso en la construcción, miles de edificios en España —especialmente en Barcelona y otras ciudades, que crecieron rápidamente gracias al boom de la construcción de los años 60 y 70— siguen expuestos a este problema.
En este artículo de Finques Chicote veremos qué es la aluminosis, cómo detectarla, qué riesgos supone para la seguridad estructural y qué soluciones existen.
¿Qué es la aluminosis?
La aluminosis, también conocida como fiebre del hormigón, es la degradación progresiva que sufren los elementos estructurales fabricados con cemento aluminoso.
Este cemento, elaborado a partir de bauxita y caliza, se empleó en España entre 1950 y 1970 porque tenía un fraguado rápido y una resistencia inicial elevada. Sin embargo, con el paso de los años se comprobó que la humedad y los cambios de temperatura provocan la pérdida de resistencia del material, comprometiendo la estabilidad del edificio.
Si quieres conocer cómo se detecta técnicamente este material, el CAATEEB (Col·legi de l’Arquitectura Tècnica de Barcelona) dispone de un test específico de cemento aluminoso.
Breve historia del cemento aluminoso en España
Como dijimos, durante las décadas de 1960 y 1970, el cemento aluminoso se utilizó de forma masiva en viviendas y edificios públicos. Su rápido fraguado resultaba ideal en un contexto de crecimiento urbano acelerado.
No obstante, a mediados de los años 70 se detectaron los primeros casos de colapsos parciales en forjados, lo que llevó a restringir el uso de este tipo de cemento y a impulsar las primeras inspecciones.
Un documento clave sobre la vulnerabilidad de barrios construidos con estos materiales es el informe del MITMA sobre barrios vulnerables en Cataluña (1991).
Cómo detectar la aluminosis en un edificio
La identificación temprana es esencial para evitar riesgos mayores. Algunos síntomas visibles son:
- Fisuras en viguetas y forjados, que pueden derivar en deformaciones.
- Desprendimiento del recubrimiento de hormigón.
- Coloraciones ocres o amarillentas, indicativas de cemento aluminoso.
- Deformaciones perceptibles, como flechados excesivos o inclinaciones en techos.
Métodos de diagnóstico técnico
- Inspección ocular especializada por parte de técnicos competentes, tales como arquitectos o ingenieros.
- Catas y análisis de laboratorio en el hormigón para confirmar la naturaleza del cemento.
- Ensayos no destructivos, empleando radiografías o ultrasonidos, que permitan evaluar la integridad interna de los elementos.
Riesgos de la aluminosis
La aluminosis afecta directamente a la capacidad portante de los elementos estructurales.
Si no se actúa, puede provocar:
- Fallos localizados en viguetas.
- Colapsos parciales de forjados.
- Riesgo de derrumbe en casos graves.
Por ello, se considera una patología de riesgo alto que puede obligar a evacuar y rehabilitar edificios completos.
Soluciones y reparaciones frente a la aluminosis
Las estrategias dependen del estado del inmueble:
- Medidas preventivas
- Revisar edificios construidos entre 1950 y 1970.
- Realizar inspecciones técnicas obligatorias en comunidades de propietarios.
- Sustituir materiales con riesgo en rehabilitaciones.
- Métodos de reparación
- Refuerzo y apuntalamiento: instalación de soportes metálicos o materiales compuestos.
- Reemplazo estructural: demolición de viguetas y reconstrucción con hormigón moderno (cemento Portland).
Un ejemplo de actuación habitual es la rehabilitación de fachadas en comunidades de propietarios, que en muchos casos va acompañada de intervenciones estructurales para garantizar la seguridad del inmueble.
Coste de reparación de la aluminosis
Los costes pueden variar mucho según la magnitud de la obra:
- Apuntalamiento y refuerzo: desde 1.000 € a 3.000 € en casos localizados.
- Reemplazo estructural completo: inversión mayor, que puede superar fácilmente los 20.000 € en comunidades de propietarios.
Obligaciones legales y normativas
En España, los ayuntamientos exigen inspecciones técnicas (ITE) para edificios de cierta antigüedad. En ciudades como Barcelona o Madrid, estas revisiones son clave para detectar patologías como la aluminosis y garantizar la seguridad.
Además, los administradores de fincas deben coordinarse con arquitectos técnicos para planificar inspecciones y obras de rehabilitación.
Conclusión
La aluminosis sigue siendo un problema vigente en muchos inmuebles construidos a principios de la segunda mitad del siglo XX.
Un diagnóstico precoz, junto con la intervención de profesionales especializados, puede evitar riesgos estructurales y reducir costes.
En caso de sospecha, los propietarios han de actuar con rapidez y contar con asesoramiento técnico y legal cualificado.
Preguntas frecuentes (FAQs)
¿Qué edificios tienen más riesgo de aluminosis?
Principalmente los construidos entre 1950 y 1970 con cemento aluminoso en vigas y forjados. Barcelona es una de las ciudades más afectadas en España.
¿Cómo sé si mi edificio tiene cemento aluminoso?
Solo un análisis técnico de laboratorio puede confirmarlo, aunque los síntomas visibles son un primer indicio.
¿Es obligatorio reparar la aluminosis?
Sí. La aluminosis es una patología que afecta a la seguridad estructural, y los ayuntamientos pueden exigir rehabilitaciones inmediatas.
¿Cuánto cuesta reparar un edificio con aluminosis?
Desde algunos miles de euros en refuerzos puntuales hasta decenas de miles en sustituciones estructurales completas.