La convivencia en un edificio puede ser un desafío, y las molestias causadas por ciertos vecinos pueden generar tensiones significativas. Sin embargo, existen diversas medidas que se pueden adoptar para abordar y resolver estos problemas de manera efectiva, permitiendo restablecer la armonía o statu quo en la comunidad.
Veámoslas:
- Comunicación directa: La primera línea de defensa
La comunicación abierta y directa, basada en el respeto y en los buenos modales, es esencial para resolver cualquier conflicto. Si un vecino sufre molestias causadas por otro, lo mejor es hablar directamente con dicha parte de manera respetuosa y calmada. A menudo, la falta de conciencia sobre el impacto de las acciones de uno en terceros, puede ser el problema y una conversación sosegada tiene la capacidad de lograr resolver la situación de manera rápida y amigable. Como se suele decir, hablando se entiende la gente.
- Reglas y normativas de la comunidad de propietarios: Hay que conocerlas y usarlas a favor
La mayoría de las comunidades de propietarios cuentan con reglas y normativas establecidas para mantener un ambiente tranquilo y armonioso. Es prioritario averiguar las normas del edificio y, si es necesario, compartir la información con el vecino causante. A veces, simplemente recordar las normas puede ser suficiente para subsanar el problema.
- Registro de incidentes: Documentar las molestias
Si las molestias persisten, es fundamental llevar un registro detallado de los incidentes. Hay que anotar las fechas, horas y descripciones precisas de las situaciones problemáticas, acumulando el máximo de pruebas objetivas posibles (vídeos, fotografías, atestados policiales, etc.). Este registro puede ser valioso si se decide tomar medidas más formales en el futuro, tales como presentar una queja ante el presidente, la administración de fincas o en el Ayuntamiento, o presentación de una futura demanda judicial.
- Medios alternativos de comunicación: Usar la tecnología y la mensajería
En la era digital, hay diversas formas de comunicarse sin confrontaciones directas. Se puede enviar un correo electrónico o mensajes de texto respetuosos expresando las preocupaciones existentes. Este enfoque permite al vecino causante procesar la información sin sentirse violentado, lo que puede ser beneficioso para iniciar un diálogo constructivo.
- Mediación vecinal: Buscar la ayuda de un tercero neutral
Cuando la comunicación directa no es suficiente, hay que considerar la posibilidad de recurrir a la mediación vecinal. Un mediador neutral puede ayudar a ambas partes a comprender las preocupaciones del otro y trabajar juntos para encontrar soluciones. Este enfoque es menos confrontativo y puede evitar tensiones adicionales.
- Notificar a la administración de fincas: Recurrir al profesional pertinente
Si todas las medidas anteriores no han tenido éxito, es hora de informar al administrador de la comunidad de propietarios. Hay que presentar una queja formal, adjuntando el registro de incidentes y cualquier evidencia adicional. La administración de fincas, como mediador que es, debería intervenir para garantizar que se mantenga un ambiente habitable para todos los residentes.
- Asesoramiento legal: Un último recurso
En situaciones extremas, donde las molestias persisten y la intervención de la administración de fincas, la presidencia de la comunidad o el Ayuntamiento no ha tenido el éxito esperado, podría ser necesario buscar asesoramiento legal. Un abogado especializado en temas de comunidades de propietarios puede asesorar sobre las opciones legales disponibles y ayudar a tomar las medidas adecuadas.
En conclusión, abordar las molestias vecinales en una comunidad de propietarios requiere paciencia, comunicación y, a veces, la intervención de terceros. Al tomar medidas de manera proactiva, se puede contribuir a la creación de un ambiente comunitario armonioso y pacífico para todos los residentes.
En Finques Chicote, durante nuestros más de 56 años de experiencia, hemos podido comprobar lo difícil que puede ser a veces llegar a una equilibrada convivencia vecinal y los problemas que en el momento menos inesperado son capaces de aparecer entre vecinos. Entendemos que siempre hay que procurar resolver el problema por medio del diálogo, y si este fracasa entonces recurrir a la vía legal, solicitando amparo a los tribunales de justicia para que intercedan entre las partes en conflicto.