El arrendamiento de habitaciones se ha convertido en una opción cada vez más popular en el mercado inmobiliario, según un informe reciente sobre viviendas compartidas. Esta modalidad permite alquilar solo una parte de una vivienda, generalmente un dormitorio, mientras se comparten espacios comunes como el baño, la cocina, el salón y la terraza.
Aspectos legales del alquiler por habitaciones
Si bien no es obligatorio formalizar un contrato, es altamente recomendable hacerlo para evitar conflictos y establecer claramente los derechos y obligaciones de ambas partes. A diferencia del alquiler de una vivienda completa, el arrendamiento de habitaciones no está regulado por la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU), ya que no se considera una unidad habitacional independiente. Según el Código Civil, un acuerdo verbal o escrito es suficiente para formalizar este tipo de alquiler.
Cláusulas esenciales en un contrato
Para garantizar una relación armoniosa entre inquilino y propietario, es conveniente que el contrato, ya sea verbal o por escrito, incluya los siguientes aspectos:
- Método y frecuencia de pago: Indicar cómo se realizará el abono del alquiler y con qué periodicidad.
- Cantidad del alquiler: Especificar la cantidad exacta a pagar.
- Aceptación de mascotas: Definir si están permitidas o no.
- Derechos y responsabilidades: Establecer las normas de convivencia y las obligaciones de cada parte.
- Distribución de gastos: Aclarar cómo se dividen los costos de suministros y servicios.
- Fianza: Determinar el importe de la garantía y en qué condiciones se puede retener.
- Duración del contrato: Aunque esta modalidad permite finalizar el acuerdo con mayor flexibilidad, es recomendable establecer un aviso previo.
Diferencias con otras modalidades de alquiler
El alquiler por habitaciones destaca por su flexibilidad, adaptándose a las necesidades de estudiantes, trabajadores temporales o quienes buscan una opción más asequible en zonas urbanas con precios elevados. Además, facilita la convivencia y promueve un ambiente comunitario, lo que lo hace atractivo para quienes valoran la interacción social. También permite una mayor rotación de inquilinos, lo que puede ser ventajoso para los propietarios que buscan contratos de corta duración.