Con la llegada del verano y las altas temperaturas, en las comunidades de propietarios, las piscinas se convierten en el lugar ideal para refrescarse y tomar el sol. Para que todo esté a punto, es necesario un trabajo previo que involucra diversas tareas como la limpieza del vaso de la piscina y de las instalaciones, el mantenimiento de la maquinaria (como la depuradora y los sistemas de filtrado), así como la fontanería y los circuitos eléctricos. Todo esto suele ser responsabilidad del personal de mantenimiento, mientras que los socorristas se encargan de la seguridad y protección de los bañistas.
En el mismo recinto, también podemos encontrar conserjes, jardineros y otros trabajadores, cada uno enfrentándose a sus propios desafíos. Vamos a hablar un poco sobre los riesgos más comunes en piscinas y cómo podemos prevenirlos de manera segura:
- Caídas y resbalones: Es fácil resbalarse en áreas mojadas, provocando caídas al mismo y distinto nivel.
- Golpes y cortes: Trabajar con herramientas y maquinaria puede llevar a diversos accidentes.
- Ahogamientos: Este es un riesgo evidente en cualquier piscina.
- Contactos eléctricos: Con tanta agua alrededor, la electricidad puede ser peligrosa.
- Sobrecarga física: Esto incluye la manipulación de cargas pesadas y posturas incómodas.
- Condiciones ambientales extremas: El calor, el frío, la humedad y la exposición al sol pueden causar desde quemaduras solares hasta golpes de calor.
- Agentes biológicos: Las bacterias, virus y otros microorganismos, así como diversas clases de insectos, pueden proliferar si no se mantiene una buena higiene y limpieza de las instalaciones.
- Agentes químicos: Los productos de limpieza y tratamiento del agua pueden irritar la piel y los ojos.
Los socorristas, al tener un puesto de trabajo relacionado directamente con la piscina, tienen una mayor probabilidad de verse expuestos a estos riesgos, con el añadido de tener que estar siempre alerta, lidiando con el estrés de vigilar constantemente y resolver conflictos entre los usuarios.
En lo que respecta a las medidas preventivas, la más importante a la hora de mantener la seguridad de los trabajadores son:
- Calzado de seguridad antideslizante: Usar zapatos que se sequen rápido y sujeten bien el pie para evitar resbalones.
- Sillas elevadas: Asegurar su estabilidad antes de usarlas.
- Protección solar: Permanecer en la sombra durante las horas más soleadas, usar sombrillas, toldos, crema solar, gafas de sol, sombreros y camisetas.
- Hidratación y descanso: Beber agua fresca con frecuencia, alternar posturas, realizar estiramiento y tomar descansos periódicos para evitar la fatiga.
- Productos químicos: Consultar las fichas de seguridad y usar el equipo de protección adecuado
- En caso de heridas: Usar guantes de protección y lavar las manos antes y después de tratar una herida. Si se necesita mover a un accidentado, se debe aplicar el método y técnica de transporte más adecuado con los medios disponibles.
- Manejo de conflictos: Mantener la calma, hablar de manera educada y amigable, y no responder a provocaciones.
Al seguir estas medidas, todo el recinto de la piscina comunitaria podrá pasar un rato agradable dentro de un ambiente seguro. ¡A disfrutar el verano, pero con responsabilidad!