Con la publicación de la Directiva (UE) 2023/1791 del Parlamento Europeo y del Consejo de 13 de septiembre de 2023 relativa a la eficiencia energética y por la que se modifica el Reglamento (UE) 2023/955, se obliga a todos los estados europeos a transcribir o adaptar esta directiva a la legislación de cada uno, tal y como debe de procederse con toda Directiva Europea.
En el caso de España, la adaptación de esta directiva a la legislación estatal modificará el Código Técnico de la Edificación (CTE) con respecto a la eficiencia energética y la implantación de la domótica en la gestión.
La domótica o Smart Home consiste en el control centralizado y remoto de los dispositivos eléctricos y electrónicos de las viviendas, lo que permite programar el control de la climatización de las estancias, apertura y cierre de ventanas, persianas y toldos, control sobre la generación eléctrica de las placas fotovoltaicas, puntos de recarga de vehículos eléctricos (PRVE), alarmas de seguridad, etc.
En la nueva directiva de la UE cabe destacar los siguientes artículos:
- Artículo 8: Obligación del ahorro energético.
- Artículo 9: Sistema de obligación de ahorro energético.
- Artículo 11: Sistema de gestión de la energía y auditorías energéticas.
- Artículo 23: Asociaciones para la eficiencia energética.
- Artículo 28: Disponibilidad de sistemas de calificación, acreditación y certificación energética.
Estos artículos llevarán a la regulación de la domótica en la vivienda, comportando la modificación del CTE.
Actualmente el CTE y el RD 235/2013 recogen los requisitos relativos a la certificación energética de los edificios existentes y de nueva construcción, y no tienen en cuenta la contribución de la domótica para la obtención de la calificación energética del edificio, por lo que con la transcripción de la Directiva (UE) 2023/1791 a la legislación española, a través del CTE modificado, se incluirá la contribución de la domótica.
Los sistemas de control y automatización para viviendas contribuyen a la eficiencia energética y por eso deben considerarse tanto en la certificación energética de edificios de nueva construcción como en edificios ya construidos.